Nació en 1956 con sedes en Zamora y Guijuelo. Fue en la década de los cincuenta cuando se trasladó a la provincia de Zamora para ofrecer a sus clientes productos cárnicos de porcino, especialmente, todo tipo de jamones y embutidos, tanto de cerco blanco como de ibéricos.
Todos sus jamones ibéricos son curados en secaderos naturales en la provincia de Salamanca y cuentan, además, con un centro de transformación de porcino en Zamora donde se encuentran sus oficinas centrales. La calidad de sus productos, los años de dedicación y la competitividad con la que cuentan, no ha pasado desapercibida a la Junta de Castilla y León que les ha concedido el premio al Comercio Tradicional de la Provincia de Zamora 2023, en concreto, por una de las cuatro tiendas que tienen en la capital; la de Obispo Nieto.
Una andadura que arrancó en la década de los cincuenta de la mano del abuelo, después de los padres... y ahora, de los hijos. Una empresa familiar que ha ido creciendo y se ha ido adaptando a la innovación y a las nuevas tecnologías. Llegó desde Guijuelo hasta la provincia zamorana, con una actividad que ya se venía realizando en la zona charra; maestro chacinero y jamonero desde los años 40.
Tres generaciones, una larga historia, una tradición familiar y mucho camino por recorrer. Lo que comenzó con la construcción de un matadero de porcino con un pequeño despacho de carne y embutidos, fue el origen de la actual tienda y también de la empresa. La entrega del galardón tendrá lugar el 11 de diciembre en Benavente. Un reconocimiento que llega por el trabajo bien hecho, por el sabor y el disfrute de sus productos.
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