http://www.iberico.com/asici.php
FACTOR ALIMENTACIÓN:
Existen cuatro categorías diferenciadas según la alimentación: Bellota, Cebo, Recebo y Cebo de Campo, pero en realidad las dos últimas supusieron menos del 3% de la producción total de jamones ibéricos en 2010.
Por tanto, en el punto de venta podremos encontrarnos principalmente con dos categorías:
Por tanto, en el punto de venta podremos encontrarnos principalmente con dos categorías:
•Los jamones ibéricos de Bellota, provenientes de cerdos que han sido alimentados en su fase de engorde exclusivamente con bellotas, hierba y los demás recursos vegetales propios de la dehesa.
•Los jamones ibéricos de Cebo provenientes de cerdos que han sido alimentados, hasta el momento del sacrificio exclusivamente con piensos compuestos fundamentalmente de cereales y leguminosas.
FACTOR RAZA:
Los jamones Ibéricos Puros sólo pueden proceder, según señala la Norma de Calidad (aprobada por Real Decreto1469/2007, 2 de noviembre), de cerdos nacidos de reproductores (macho y hembra) Ibéricos Puros inscritos en el libro genealógico de LA RAZA PORCINA IBÉRICA:
http://www.boe.es/aeboe/consultas/bases_datos/doc.php?id=BOE-A-1987-12972
Los cerdos procedentes del cruce entre una hembra Ibérica pura y un macho Duroc (raza que tiene su origen en los Estados Unidos ampliamente distribuida en España. VER FOTO) o un macho mezcla de Ibérico pura y Duroc se consideran jamones ibéricos sin más apellido. Estas 2 categorias deben estar indicadas en la etiqueta.
FACTOR LUGAR DE PRODUCCIÓN:
No es lo mismo un jamón proveniente de un cerdo ibérico que se ha criado en libertad en la dehesa que un jamón proveniente de un cerdo ibérico que se ha criado en cautividad.
Cada cerdo ibérico ha de disponer de 1 hectárea mínima de dehesa para su correcta alimentación con bellotas. Y allí debe permanecer al menos 60 días hasta ser sacrificado lo que ha unido a su mayor permanencia antes de ser sacrificado ( 14 meses frente a los 10 meses de los cerdes ibéricos de cebo) justifica el valor más elevado y su sabor único.
No hay que olvidar que el tipo de grasa del jamón ibérico depende, en buena medida, de la alimentación del cerdo del que procede. Así, la grasa del que ha comido bellota es rica en ácido oleico, el mismo que contiene el aceite de oliva, y por tanto ayuda a aumentar el colesterol bueno (HDL) y reducir el malo (LDL). Además, da al jamón ibérico un sabor intenso, y un aroma y textura característicos. La grasa prácticamente se funde en la boca y como el animal no ha conocido el estrés y en su vida al aire libre se ha ejercitado para buscar el alimento, su carne resulta sana, roja y tierna, una delicia en el paladar
FACTOR RAZA:
Los jamones Ibéricos Puros sólo pueden proceder, según señala la Norma de Calidad (aprobada por Real Decreto1469/2007, 2 de noviembre), de cerdos nacidos de reproductores (macho y hembra) Ibéricos Puros inscritos en el libro genealógico de LA RAZA PORCINA IBÉRICA:
http://www.boe.es/aeboe/consultas/bases_datos/doc.php?id=BOE-A-1987-12972
Los cerdos procedentes del cruce entre una hembra Ibérica pura y un macho Duroc (raza que tiene su origen en los Estados Unidos ampliamente distribuida en España. VER FOTO) o un macho mezcla de Ibérico pura y Duroc se consideran jamones ibéricos sin más apellido. Estas 2 categorias deben estar indicadas en la etiqueta.
FACTOR LUGAR DE PRODUCCIÓN:
No es lo mismo un jamón proveniente de un cerdo ibérico que se ha criado en libertad en la dehesa que un jamón proveniente de un cerdo ibérico que se ha criado en cautividad.
Cada cerdo ibérico ha de disponer de 1 hectárea mínima de dehesa para su correcta alimentación con bellotas. Y allí debe permanecer al menos 60 días hasta ser sacrificado lo que ha unido a su mayor permanencia antes de ser sacrificado ( 14 meses frente a los 10 meses de los cerdes ibéricos de cebo) justifica el valor más elevado y su sabor único.
No hay que olvidar que el tipo de grasa del jamón ibérico depende, en buena medida, de la alimentación del cerdo del que procede. Así, la grasa del que ha comido bellota es rica en ácido oleico, el mismo que contiene el aceite de oliva, y por tanto ayuda a aumentar el colesterol bueno (HDL) y reducir el malo (LDL). Además, da al jamón ibérico un sabor intenso, y un aroma y textura característicos. La grasa prácticamente se funde en la boca y como el animal no ha conocido el estrés y en su vida al aire libre se ha ejercitado para buscar el alimento, su carne resulta sana, roja y tierna, una delicia en el paladar
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