El Papa Francisco tiene un jamón favorito, es un prosciuto cotto -jamón cocido italiano, que es la suma de la tradición italiana por parte de la empresa Raspini y el buen hacer de Beher, la fábrica chacinera de Guijuelo, según publica Expansión.
Tanto le ha gustado al pontífice que les envió una carta definiendo el producto como “muy bueno”.
Esa definición encaja con que el proscuito cotto es un jamón cocido con un 99% de carne cien por cien ibérica.
El Papa Francisco pudo degustar este producto, según explica Expansión, porque el responsable de Raspini sirvió un aperitivo en la embajada de España en Roma. Allí, estaba una persona vinculada al Vaticano que quedó encantada con el producto ibérico e invitó a la empresa italiana a que le llevara el producto al Pontífice. Lo hizo y el Papa quedó maravillado con el producto. Incluso le envió una carta dándoles las gracias por el detalle.
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