Entre sus múltiples contribuciones destacan la creación de Señorío de Montanera (una de las marcas de ibéricos líderes a nivel nacional) en calidad de socio fundador, su implicación en el consejo regulador de la D.O.P. Dehesa de Extremadura y los proyectos industriales de mayor envergadura para la comunidad como Ibercom o CIBEX, que han sido una fuente de empleo y valor para su tierra natal.
Recientemente, Señorío de Montanera ha realizado cambios en su consejo de administración tras el repentino fallecimiento de Eduardo Ramos, una figura imprescindible y comprometida con el sector en la región, que ostentaba el puesto de consejero delegado.
¿Cómo han afrontado este inesperado desafío?
Eduardo y yo hemos sido socios y amigos, con una estrecha colaboración día tras día, superando adversidades y compartiendo logros a lo largo de más de 30 años. Tras su marcha, he tomado su relevo en el cargo de consejero delegado y dejado mis labores como presidente del consejo de administración, así que espero estar a la altura de su labor. Para ello cuento con la ayuda incansable de los miembros del consejo, la confianza de los socios, y la colaboración de todas las personas que trabajan en Señorío. La presidencia del consejo será asumida por mi hija Ana Espárrago Pérez, socia de Desarrollo Corporativo y M&A en LiftAsset Management, que recoge mi testigo para liderar el órgano colegiado y ayudar en la gestión e implementación de la estrategia. Siempre ha estado vinculada con el sector desde su infancia, conoce de primera mano la cría del cerdo ibérico en la dehesa de sus abuelos y ha sido testigo del nacimiento y desarrollo de la firma, con un papel creciente y cada vez más involucrado en las decisiones de la compañía.
La vicepresidencia la ocupará Rafael Pacheco Bohórquez, otro de los socios fundadores de Señorío y uno de los ganaderos más importantes de ibérico de bellota en la región, cuyas explotaciones agrupan muchos de los mejores cerdos amparados bajo la DOP Dehesa de Extremadura.
La mezcla de veteranía y juventud de este consejo y del equipo de la organización me hacen sentir muy motivado para superar los retos actuales, y preveo un futuro extraordinariamente positivo para nuestra empresa.
En la actualidad, Señorío de Montanera acaba de aliarse con el galardonado restaurante cacereño Versátil, que se encuentra en el olimpo de la restauración nacional gracias a su cocina extremeña con producto de proximidad y de temporada. ¿Qué significa para Señorío de Montanera convertirse en el proveedor exclusivo de productos ibéricos para un restaurante galardonado con una Estrella Michelin?
Esta alianza supone un paso más en la apuesta de Señorío por ser un socio estratégico para la alta restauración y ofrecer experiencias únicas en torno al cerdo ibérico de bellota. Nuestra misión siempre ha sido dar a conocer el cerdo ibérico en todas sus vertientes, pues como decimos del cerdo hasta los andares.
¿Cómo se integran los productos de Señorío de Montanera en el menú degustación ‘Paseo Extremeño’ de Versátil?
Las dos marcas compartimos la misma filosofía con una clara apuesta por poner en valor el producto y la cocina de la región. El equipo de Versátil se acercó a nuestras dehesas, cuna del cerdo de bellota, con el objetivo de elevar su propuesta gastronómica. Es decir, en este proceso creativo tomaron como fuente de inspiración la dehesa y los excepcionales productos que nos regala, y se apoyaron en nosotros como partners para garantizar la mejor calidad a llevar el carácter de los ibéricos a su recién estrenado menú degustación.
Cambiando de tercio, Cibex se inauguró oficialmente el año pasado. Con algo más de un año de trayectoria ¿Cómo está funcionando Cibex y cuáles son sus principales magnitudes en la actualidad? ¿Está ya a pleno rendimiento?
Cibex fue y es una apuesta de futuro. Digo fue porque desde su concepción estaba pensada como una instalación de servicio a la industria regional y del sur de España para que la industrialización de los cerdos criados aquí se realizase en Extremadura. Además, para Señorío era una decisión estratégica, puesto que pensamos conseguir economías de escala y la posibilidad de conseguir la homologación para Estados Unidos y México. Si tengo que hablar de la situación actual y presente de Cibex, comenzaré diciendo que los grandes y a la vez ambiciosos proyectos, suelen sufrir -y Cibex no es una excepción- retrasos y contratiempos en su construcción, puesta a punto, y desarrollo del negocio. En el caso de Cibex tuvimos que realizar las obras en mitad de la pandemia del covid, con dificultades en la cadena de suministro de maquinaria, instalaciones y equipos. Después hemos tenido que comenzar todo el largo y laborioso proceso de homologaciones exteriores -mucho más dilatados después de la pandemia que antes-, y finalmente conseguir el equipo humano de profesionales para realizar eficientemente su actividad. Esto nos ha llevado más tiempo del previsto inicialmente, ya que todos los socios pecamos de optimistas, ¡aunque quizás para acometer este proyecto había que serlo! Hoy, tras casi un año de inicio de la actividad de Cibex estamos en el final de la etapa de desarrollo y en el inicio del momento del crecimiento y la consolidación del proyecto. Desde el pasado junio el volumen de elaboración ya nos permite conseguir el punto de equilibrio económico, pero no es suficiente para nosotros. Queremos llegar a unos 12.000 cerdos/mes en octubre (1/3 de la capacidad máxima teórica de elaboración), y en la próxima campaña de montanera (enero a marzo de 2025) superar los 18.000 cerdos/mes (aproximadamente la mitad de la capacidad máxima). El objetivo es doble, elaborar más cerdos, pero hacerlos de forma eficiente y con los máximos estándares de calidad y sanitarios. ¿Hemos terminado con Cibex? Rotundamente no, tenemos muchos frentes abiertos asociados a este proyecto. Te digo solamente cuatro: incrementar el uso de energías renovables y utilización de subproductos, una segunda línea de despiece, automatizar toda la congelación y envasado de la carne, y crear una fábrica de fundición de grasa para incrementar el valor añadido de las producciones.
Otro tema de actualidad es la investigación antidumping que ha puesto en marcha China en represalia por los aranceles que ha fijado la Unión Europea a los coches eléctricos.¿Qué implicaciones tiene esto para Señorío de Montanera y el sector ibérico español en general?
China es el mayor productor, consumidor e importador de carne de cerdo del mundo. Es un mercado estratégico que concentra muchas exportaciones nacionales de productos derivados del cerdo, por lo que todo el sector está atento al desarrollo de los acontecimientos. Si bien no afectaría todas las empresas por igual dado que no todas están homologadas para poder exportar productos, un proceso que siempre ha sido duro y exigente en cuestiones de calidad. En nuestro caso, llevamos varios años invirtiendo para ganar presencia en el mercado, desde el inicio de los complejos procesos de homologaciones hasta la reciente presencia de nuestro equipo en la mayor feria de alimentación del mundo (SIAL), celebrada en Shanghái, por lo que podría complicar o echar por tierra un esfuerzo considerable.
¿Cómo está colaborando Señorío de Montanera con el Ministerio de Comercio de China para facilitar la resolución de la investigación antidumping?
Al abrir esta vía, el Ministerio ha solicitado información a las empresas importadoras, por lo que estamos reuniendo y proporcionando datos para intentar facilitar los trámites y conseguir una resolución favorable.
¿Qué diferencias existen entre el cerdo ibérico y el cerdo blanco en términos de la investigación antidumping y cómo afecta esto a sus productos?
Por la naturaleza misma de una investigación antidumping el país afectado busca proteger los intereses de la producción local frente a alternativas exteriores que, presupone, compiten deslealmente. Entendemos por ello que esta investigación se centrará en productos derivados del cerdo blanco, puesto que el cerdo ibérico es una raza de categoría superior que no busca competir en precio con su homónimo blanco, sino aportar otro valor al consumidor y no encuentra contraparte en la producción local de China. Las partidas arancelarias investigadas corresponden a carne fresca o refrigerada, carne congelada, despojos, tripas y embutidos, pero no afectarán a jamones y paletas en una primera instancia, lo que nos ha aliviado a las marcas que apuntamos al sector gourmet.
¿Cuáles son sus expectativas respecto a la resolución de esta investigación y cómo planean adaptarse a cualquier resultado?
Nuestras perspectivas son optimistas. El cerdo ibérico, y aún más el de bellota, es una producción muy limitada y perfectamente diferenciada de la del cerdo blanco. Yo creo que cuando las autoridades chinas analicen en profundidad los datos aportados verán que es un sector donde no hay dumping, más bien lo contrario, ya que los precios están muy ajustados con los costes, y donde prima más la artesanía y calidad que el volumen. El único nubarrón en el horizonte es que en una hipotética guerra comercial Europa-China-USA sobresalgan los aspectos políticos más que los económicos. Sin embargo, creo que tanto Europa como China van a actuar con sentido común y de forma justa.
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