La España vaciada no solo se reduce a malas carreteras, falta de empleo y colegios que sobreviven con muy pocos niños en sus aulas. A veces, esa cercanía humana de los pueblos lleva a historias inimaginables. Y si no que se lo digan a los vecinos de Allueva, que han recibido un jamón por parte del ayuntamiento como detalle tras no celebrar el vermú de las fiestas de San Luis (25 de agosto) durante los dos últimos años.
Todos los vecinos con residencia en Allueva recibieron durante este mes una notificación vía carta en la que se les informaba de los actos programados para las ‘no fiestas’. Además, se les convocó el pasado día 19, de 12.00 a 13.00 horas, al ayuntamiento para recoger un detalle. Un detalle que «ni mucho menos pensaban que iba a ser un jamón».
Pilar Molina, alcaldesa de la localidad, radiaba orgullo por los cuatro costados con este gesto que ha tenido con sus vecinos. «Es impresionante el revuelo que se ha montado por un jamón que he dado», comentaba entre risas Pilar, que «como buena aragonesa», se acabó saliendo con la suya tras comentar la idea junto a su marido.
Como no podía ser de otra forma, el jamón es de Teruel, porque como dice Pilar, «¡Teruel existe, eh!». A los 50 jamones que se repartieron les acompaña una bandeja de cerámica de Teruel donde aparecen grabados estos dos años del covid.
Los vecinos paquistanís que no pueden comer carne de cerdo serán obsequiados con un premio del mismo valor económico que el jamón. Porque en Allueva todos son importantes y como dice su alcaldesa, «somos pequeñicos pero existimos».
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