sábado, 20 de febrero de 2016

RABIOSA ACTUALIDAD DEL JAMÓN: LA RUTA SABROSA DEL JAMÓN PENINSULAR (MARAVILLOSO ARTÍCULO SOBRE LAS POBLACIONES DEDICADAS AL IBÉRICO)





    



  

Si hay algo que define a la península en la que está España es el jamón ibérico de raza autóctona y si hay una comida que echamos de menos cuando nos alejamos de nuestro país es precisamente el jamón. Que los de Españoles por el Mundo habrán triunfado y habrán vivido experiencias inolvidables pero lo que sí que no olvidan es que tienen muy complicado comer jamón.

Por mucho que diga la Organización Mundial de la Salud, uno de los grandes lujos que podemos permitirnos en nuestro país y, que, sin duda, forma parte de esa entelequia que llaman “marca España” es el jamón ibérico. A continuación vas a asistir a una lista de los mejores lugares de la Península Ibérica donde catarlo e imbuirse de toda la cultura del jamón. 

Es recomendable ir a estos pueblos, sobre todo a los de la Dehesa de Andalucía y Extremadura, de octubre a febrero. En esta época tiene lugar la “Montanera”, que es cuando los cerdos ibéricos campan por la Dehesa y comen bellotas.

La Dehesa se encuentra en el suroeste peninsular, entre Andalucía y Extremadura. Se trata de un ecosistema único en el que hay encinas, quejigos y alcornoques, cuyos frutos son las preciadas bellotas, la clave del buen jamón ibérico.


CORTEGANA, JABUGO Y ARACENA

Comienza el periplo por la Sierra de Aracena, al norte de Huelva. El jamón que encontrarás en esta zona de denominación de origen Huelva. Hay quien considera que el santuario del jamón ibérico es el pueblo de Jabugo, pero…

Empieza por Cortegana, cuyas callejuelas serpenteantes llegan hasta el cerro de su castillo. Mientras la recorras a pie podrás parar en el camino para tomar una tapa típica como las migas con chorizo o los “distraídos” (pan con tocino y tomate). O, si no, adquirir algún producto relacionado con el cerdo ibérico.

No muy lejos del pueblo, en el campo, se puede llegar a la Finca Montefrío, un lugar en el que cuentan con casas rurales, restaurante, una granja ecológica y, lo más importante para lo que nos atañe, un espacio para la cría del cerdo ibérico.

En Jabugo se encuentran gran parte de los secaderos en los que se curan jamones ibéricos de la Dehesa. Vale la pena visitar todas si eres un gran fan del jamón, pero, por ejemplo, en Sánchez Romero Carvajal, donde se elabora el jamón Cinco Jotas, podrás descubrir todas las fases de producción del jamón y terminar con una degustación. Para reservar, no tienes más que entrar a su web. Es muy recomendable hacer una ruta de tapas por el pueblo para disfrutar su gastronomía en todo su esplendor.

Y el tercer lugar seleccionado en esta ruta por las montañas onubenses es el pueblo que da nombre a la sierra: Aracena. En el cerro más alto del pueblo se encuentran las ruinas del castillo y desde ese lugar las vistas son dignas de selfie. En la otra punta de la localidad se puede visitar la Gruta de las Maravillas.

En el Museo del Jamón de Aracena, no confundir con la famosa cadena de locales madrileña, también se puede aprender el proceso completo de elaboración del jamón, desde que se crían los cerdos hasta que está en tu tostada crujiente con aceite y tomate triturado.

Una buena época para visitar Aracena puede ser a finales de octubre, ya que desde 2013 se celebra la Feria del Jamón con numerosas actividades vinculadas al ibérico.

Consejo personal: Cómete una buena tapa durante la Feria del Jamón después de realizar una ruta senderista por la sierra.


MONESTERIO, HIGUERA LA REAL Y FREGENAL DE LA SIERRA

El pueblo de Monesterio es el paso natural de entrada desde Andalucía para la Vía de la Plata, desde la época romana. También forma parte de la ruta del Camino de Santiago.

En este caso, la Fiesta del Jamón se celebra en septiembre y se desarrollan numerosas actividades relacionadas con este producto, que es, sin duda, el motor económico de la localidad.

Son visitas obligadas el Museo del Jamón y el Monasterio de Tentudía, al que también se puede subir por la pista disfrutando del senderismo y la naturaleza. Otro punto a destacar de este pueblo es gastronomía, que, cómo no, se basa en el cerdo ibérico.

En Higuera la Real, a unos 45 minutos, se encuentra el Centro de Interpretación del Cerdo Ibérico. Un lugar donde se respira historia y tradición nada más entrar es Fregenal de la Sierra. No hay que perderse su castillo templario, dentro del cual se encuentran la plaza de toros y el mercado de abastos.

Recorrer su su casco histórico es muy especial y posee cierta magia observar sus edificios blancos, casas palaciegas y las numerosas iglesias, todo fruto de su pasado templario.

Si te entra el hambre y te quieres dar un homenaje digno de la región, puedes empezar por un plato de jamón, un potaje de garbanzos o una carne ibérica a la brasa. Y, para seguir, por qué no plantearte tomar unas migas extremeñas, un bacalao “engazpachao” o una caldereta de cordero.


EL VALLE DE LOS PEDROCHES E HINOJOSA DEL DUQUE

Extensas dehesas en las que el cerdo ibérico campa a sus anchas con el alimento deseado en forma de bellotas que aportan centenarias encinas y alcornoques constituye el paisaje del Valle de Los Pedroches, situado al norte de la provincia de Córdoba.

Es una comarca con denominación de origen propia que garantiza una calidad sublime en el jamón ibérico. Entre los pueblos que puedes visitar en Los Pedroches, uno de los que más llama la atención, por su gastronomía, sus monumentos y lo acogedor de sus habitantes, es Hinojosa del Duque.

Aquí puedes hacer una parada para degustar, no sólo el jamón, sino también platos típicos como el relleno de carnaval, la sopa dorada o el lechón. Sin duda no te arrepentirás.

Si quieres dar una vuelta por el pueblo, entre sus monumentos destacan la parroquia de San Juan Bautista, a la que llamana Catedral de la Sierra, lo cual es un eufemismo. Está situada en la plaza principal de la localidad y reúne varios estilos: plateresco en su portada, gótico flamígero o el románico de su coro.

Hay más ermitas y parroquias que merecen una visita, pero no debes olvidar el museo etnológico, que ayuda a descubrir cómo se vivía en esta región y, sobre todo, la importancia del cerdo ibérico en su economía.

BARRANCOS Y MOURA EN PORTUGAL

Merece la pena cruzar la frontera para llegar a la localidad de Barrancos, capital do presunto (jamón). Aunque cambias de país y te sitúas en el Alentejo portugues, el paisaje es bastante parecido a los prueblos de la Dehesa extremeña y andaluza, pues encinas y alcornoques pueblan el lugar.

Pueblos pequeños y blancos, como los andaluces y extremeños, te saldran al camino, En lo alto del pueblo se encuentra castillo medieval que domina con sus vistas todos los alrededores, algo que tuvo mucho valor durante las disputas con la Corona española.

En esta localidad puedes encontrar numerosas tiendas de ultramarinos en las que adquirir el presunto local, sin duda el mejor de Portugal.

A 48 kilómetros de Barrancos se encuentra Moura, otro recomendable pueblo del Alentejo. Allí puedes pasear por sus calles y parques, visitar el castillo, el Museu de Moura, el Convento do Carmo, el Museu do Azeite y el Jardim das Oliveiras.

GUIJUELO

Esta localidad salmantina debe su fama a la denominación de origen y, aunque la mayoría de los jamones que se comercializan proceden de las dehesas andaluza y extremeña, es el clima frío, árido y seco de la zona el ideal para terminar de curar la piernas de cerdo.

Es recomendable visitarla entre los meses de enero y marzo para conocer el verdadero invierno de Guijuelo, tan frío como necesario para conseguir el estado idóneo del jamón ibérico.

La visita a Guijuelo merece además la pena, aparte de para catar y adquirir jamón, para disfrutar de su arquitectura, que mezcla lo moderno con lo tradicional. No hay que perderse el Torreón, la iglesia o el edificio que alberga el ayuntamiento.

 ¿Cuándo fue la última vez que saboreaste Guijuelo?


A CAÑIZA

Y para terminar tu periplo norte-sur por la parte oeste de la península ibérica, tu última parada puede ser en Galicia, más concretamente en el suroeste de la provincia de Pontevedra, en la localidad de A Cañiza. Sin duda encontrarás aquí el mejor jamón gallego, territorio donde encuentra acomodo especial debido a su microclima frío y seco, propio de un pueblo de media montaña e interior.

Todos los 15 de agosto desde hace 50 años se celebra la Feria del Jamón en la que se puede degustar este manjar en diferentes versiones: jamón ibérico, jamón asado, tortilla de jamón, empanada de jamón y jamón cocido en vino tinto.

Pero si, por casualidad, te cansas del jamón, hay más platos en A Cañiza entre los que elegir, especialmente el cocido o el cochinillo celta.

Si después de este periplo jamonero por España y Portugal aún conservas la figura es que la genética te ha tratado como los jamoneros de estas tierras tratan a los cerdos y la curación del jamón. No lo desaproveches. 


Fuente de información: 

http://www.traveler.es/viajes/placeres/articulos/la-ruta-del-jamon-en-espana/8411

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